viernes, 18 de febrero de 2011

Cambio de clima

Me niego a andar con una sombrilla en la bolsa a toda hora. A pesar de vivir en una ciudad lluviosa, me resulta un objeto estorboso e innecesario. Disfruto permitirle a la lluvia caer sobre mis ropas y empaparme mientras el resto de la humanidad huye para buscar refugio. Es cierto que a veces me he sentido indispuesta después de un buen chaparrón pero nada me impide repetir mi hazaña de nuevo. Soy adulta y eso me da derecho a caminar bajo la lluvia.
Hoy, cuando una lluvia de lágrimas acompaña mi ataúd, un sol resplandeciente ilumina la ciudad.

2 comentarios:

  1. Como hasta las 4:00PM, que empezó a diluviar de nuevo.....

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  2. Esperemos a calarnos hasta los huesos en vida!!

    o esperamos la lluvia de lagrimas?

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