martes, 15 de marzo de 2011

El asombro de Ana

Hasta hace poco creía que en el útero donde habitaba encontraría todo el conocimiento y el calor al que podía aspirar. Ahora que estoy afuera exploro el universo de mi habitación.  Ayer conocí una cosa llamada perro. Es un animal con cuatro patas, mucho pelo y muy divertido. Le gusta mover la cola y probar el sabor de una persona con su lengua. Verlo, me hizo gritar de felicidad. El otro día descubrí algo llamado música que me hizo quedar dormida placidamente.  Los grandes se sorprenden conmigo como si nunca hubieran visto un bebé y yo disfruto siendo el centro de su atención.

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