domingo, 26 de diciembre de 2010

2010

Se está acabando un año que perfectamente pudo ser catalogado como el peor año de mi vida. De regreso a la ciudad de Bogotá, después de mas de diez años de ausencia me topé con una familia ladrona, traicionera y faltona (no me refiero a toda mi familia si no a los miembros que mayor capacidad de daño tienen). Una ciudad que  me desconocía por completo y no se esforzaba por acogerme , con amigos muertos y con la muerte de un amor que pudo salvarme de todo eso. Sin embargo, en este año llegaron a mi vida el centro de emergencia  y tres personas que se hicieron adorar desde el principio. En este año nació mi libro "Condición de forastera" y conocí México; así que si la vida pretendía que este fuera mi peor año, se jodió, porque las cosas bellas que me pasaron superan al enorme listado de las cosas malas.

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