sábado, 12 de mayo de 2012
Ideación suicida
No es la primera vez que contemplo el suicidio, pero de pensar en el escándalo bochornoso que haría mi madre en mi entierro, siento vergüenza y no soy capaz de hacer pasar a los asistentes por la incómoda situación de oír cómo la vida de ella es tan desgraciada que hasta yo se la desgracio muriéndome. No me ha quedado más alternativa que seguir viviendo solo por la maldita culpa que me produce la posibilidad de morirme cuando yo quiera. Hace unos años, cuando le dijeron que su cáncer estaba tan avanzado que solo viviría unos meses, yo celebré en mi interior porque al fin podría morirme en paz, pero no, no pude, a ella le dio por recuperarse y mantenerme con vida. A veces, de manera descuidada dejo la ventana de su habitación abierta durante la noche, esperando que pesque una neumonía, pero no ha funcionado, si sufre un leve dolor de cabeza hago fuerza para que sea un derrame, pero se alivia pronto, he querido empujarla accidentalmente por las escaleras y aún no he tenido valor, creo que su salud y su suerte acabarán conmigo antes que yo.
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