Es inevitable al hablar de mamá pasar por alto algunos de sus insultos más poéticos. Entre mis favoritos están "maldito el momento en que quedé embarazada de usted" y "pedazo de carne podrida".
Por más esfuerzo que haga, no recuerdo nada chistoso, tierno o maternal de su parte. Agradezco a mamá por enseñarme el rencor, la decepción y la tristeza. Ella me hizo más fuerte. Además, sin su valioso aporte no hubiera podido escribir.
Me encanta cuando la realidad supera la ficción, a veces me confunde y no se si ha pasado o me lo invente!
ResponderEliminaralgunos hemos vivido lo mismo de la misma mama .... comaparto tal dicha con la autora
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